
CRÓNICA
La ola verde
Roger Figueras
BRUSELAS
-El único proyecto en el que creo es el de la ola verde.
-¿Por qué? Solo hablan del cambio climático...
-El cambio climático es para ellos una prioridad necesaria que levanta los cimientos de una economía sostenible, una igualdad entre seres humanos, la lucha contra la corrupción o contra el maltrato animal.
Un padre le explica a su hijo, poco convencido, el porqué de su
simpatía con el proyecto del Partido Verde Europeo. El eslogan “vamos a actuar juntos” se alza en medio del escenario cubierto por la inmensidad de una pantalla verde y es la frase más repetida en las pancartas de los casi quinientos asistentes que han acudido a la
Wilde Gallery, un espacio en el corazón del distrito de Forest, en el suroeste de Bruselas. No es casualidad que el partido haya
escogido esta localización para celebrar su gran acto de campaña para las próximas elecciones europeas. Y es que en las últimas municipales, en octubre de 2018, los verdes obtuvieron la victoria en este distrito con un 25% de los votos. Así lo recuerda la presentadora al empezar el
acto, recordando que “el verde está de moda en Europa”. Esta es una clara referencia al pasado octubre, cuando los verdes protagonizaron el mayor ascenso de un partido político en las tres regiones de Bélgica (ostentando varias alcaldías, sobretodo en Bruselas), pero también en las elecciones legislativas de Luxemburgo y en el land alemán de Baviera, donde obtuvieron la segunda posición subiendo diez puntos respecto las últimas elecciones.
-¿Por qué ahora? -pregunta el hijo a su padre.
-Muy sencillo. La extrema derecha xenófoba está en auge por toda Europa y el Partido Popular Europeo, con su ideología conservadora, no ha negado un posible pacto con estas formaciones. La gente está viendo una izquierda socialista que sigue inmóvil ante esta situación y busca en los verdes una alternativa al establishement y a los nacionalismos populistas.
Monica Frassoni, copresidenta del Partido Verde Europeo, remarca las palabras del padre en la primera intervención de la noche asegurando que “este partido político ya no es una fuerza marginal” y reivindica la necesidad de movilizar el voto popular para vencer a “los que utilizan el miedo para ganar poder”. Esta lucha personal contra el auge de la extrema derecha se centra en dos puntos prioritarios del programa de los verdes. En primer lugar, la defensa de una Europa unida y próspera. Ska Keller y Bas Eickhout, los dos candidatos líderes del partido en el
Parlamento Europeo, piden el voto para su candidatura para “frenar los
nacionalismos, que no quieren Europa”. Aún así, tienen claro que su
Europa soñada requiere cambios apostando por “una economía sostenible, un trabajo digno, empleo para los jóvenes, una democracia más sólida con libertad para expresarse en la calle y en contra de la corrupción”. En segundo lugar, el respeto a los derechos humanos tal y como explica Sarah Chander, de la Red Europea contra el racismo, que asegura que “la amenaza de la extrema derecha no son los asientos que pueda conseguir, sino el impacto que pueda tener su narrativa en el conjunto europeo”. Recuerda que “todos los pensamientos discriminatorios son parte de un mismo sistema que hay que combatir” y que “los verdes representan la antiinmigración”.
-Yo pienso que las protestas les están dando más visibilidad mediática -dice el hijo.
-Es la conciencia. Es bueno que cada vez haya más gente que se de cuenta que en 11 años el mundo se hunde, el daño que hemos hecho será irreversible. ¿De qué sirve hablar de política económica o social si no podemos proteger a nuestro propio planeta?
Después de un pequeño descanso y una banda musical en directo animando al público del evento se proyecta en la pantalla un pequeño vídeo resumen de las protestas de los últimos meses en todo el mundo por el cambio climático. Un millón de personas reunidas en Italia, 150.000 en Australia, 30.000 en Viena, en Budapest, en Londres, 100.000 personas en Bruselas el 2 de diciembre. Difícil encontrar una
ciudad donde, sobretodo los jóvenes, no se hayan manifestado para exigir a los gobernantes que cumplan con lo establecido en el Acuerdo de París. Nicolas Van Nufflel, portavoz de la coalición por el cambio climático, explica en este acto de campaña que “el cambio climático es un síntoma de los límites de un modelo de civilización, el modelo de comida, el modelo de transporte”. Entre una ovación del público Van Nuffel sentencia que “el cambio climático no se puede combatir sin
combatir las desigualdades”.
Después de varias intervenciones relacionadas con la importancia del activismo social, el feminismo, o la lucha contra la pobreza, la
presentadora da paso a seis candidatos verdes a las elecciones europeas de distintos países. Cuando terminan piden a todas las personas que participan en la campaña que se suban con ellos al escenario, apoyados por los aplausos y los ánimos de sus votantes. Se origina una nueva ola humana. Una más de todas las que ha habido durante el acto. Metáfora
visual de la ola verde que los simpatizantes del partido quieren que
inunde toda Europa.
-¿Entiendes por qué es importante que el cambio climático sea un eje que guíe todas las políticas que debe desarrollar la Unión Europea? -dice el padre convencido.
-Es una opción. Veremos que pasa el 26 de mayo.
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